Loreley
Según cuenta Loreley en sus propios
testimonios publicados en 1950
Es en 1914 cuando se embarca en un camino
del que no le será fácil regresar
Una serie de necesidades económicas y con
un rompimiento frontal en su relación
es que toma la dura decisión de dejar
atrás Monterrey para instalar su nueva residencia en Texas, la serie de
documento que reposan en nuestro archivo
dan fe de ese transitar que por supuesto trazara
una ruta que compartirá con su hijo Federico Cantú Garza 1907-1989 y ella, el solía
referirse a ella como mamá o Loreto.
Decía Cantú en una de las ultimas
entrevistas que sostendría a partir de la exposición homenaje en el Palacio de
las Bellas Artes en 1986:
“Que quede bien claro que jamás recibí
ayuda alguna de este o ningún gobierno
fue mi madre quien no solo me impulso
ella me ayudo económicamente durante esa larga estancia en Paris que duro una
década , a ella le debo todo”
Bajo este testimonio y recordando que
Federico Cantú no solo lograría dese 1930 un reconocimiento internacional sino
que esta grandeza estaba paralelamente reflejada en la cantidad de dinero que
poseía y que le perduro durante décadas puesto que año con año generaba mas
arte que se traducía en riqueza , al grado de convertirlo en no solo el hermano
presumible sino el hermano proveedor y no podría ser menos lo que haría por su
madre a lo largo de todos esos años, por ello es que si a alguien se le puede colgar la medalla de manutención y
cuidado de Loreley desde 1941
es él y solamente él , al grado que a la
muerte de Loreley Federico hereda la deuda de la servidumbre y es en su sucesión
testamentaria cuando se indemniza a la asistente que también jugaba el rol de
sirvienta.
Adolfo Cantú
Textos Adolfo Cantú
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